En esta ciudad huertana y manifesera, en la que las tribus urbanas se desplazan de un barrio a otro siguiendo impulsos, modas o mecanismos no siempre bien definidos ni comprensibles, hay locales que resisten el paso del tiempo con una entera digna de encomio. CHRISTOPHER, un histórico de la noche valenciana que permanece inalterable a los cambios, a la crisis o las nuevas corrientes lúdico-festivas. Un lugar tan inmortal como el personaje de Stokes que tan dignamente ha popularizado el actor que presta su nombre al local.

Y esto significa que el viejo CHRISTOPHER no haya sabido modernizarse debidamente o adaptarse al compás de las nuevas generaciones. Muy al contrario, pues se trata de un local que ha sabido mantener el dificil equilibrio resultante de conservar su estructura y sabor originario, mejorando la calidad y el tono de un servicio puesto al día año tras año.